La artista mataronense Nefer Rovira, con una larga y prolífica trayectoria que abarca disciplinas como el dibujo, la pintura, el diseño de carteles, los títeres y la escenografía, expone en el Museo del Càntir de Argentona su obra más reciente, donde el eje central será la diosa Deméter.
“Toll” es una inmersión en las aguas profundas de la memoria, la naturaleza y lo sagrado. En esta exposición, Nefer Rovira convoca a una diosa ancestral: Deméter, figura central que encarna la fertilidad y la fuerza creativa de la tierra. Su presencia es el corazón latiendo de esta propuesta, un grito silenciado durante siglos que ahora toma forma escultórica para hablarnos de ciclos, ausencias y renacimientos.
En torno a Deméter, se extiende un paisaje simbólico poblado por flores rebeldes, seres que brotan entre grietas y anuncian la persistencia de la vida. Flores que se han convertido en un símbolo recurrente en la obra de Nefer, como metáfora de fragilidad insumisa, belleza herida y resistencia femenina.
Como guardianes de este profundo ecosistema, encontramos los custodios del agua y de la humanidad. Figuras silenciosas que vigilan, que preservan lo esencial y que nos interpelan sobre nuestra relación con el planeta y con nosotros mismos.
Con “Toll”, Nefer Rovira nos invita a mirar hacia adentro, a escuchar los murmullos del agua estancada, a reconocer lo que se conserva en el fondo y que, quizás, todavía podemos salvar.
La artista mataronense Nefer Rovira, con una larga y prolífica trayectoria que abarca disciplinas como el dibujo, la pintura, el diseño de carteles, los títeres y la escenografía, expone en el Museo del Càntir de Argentona su obra más reciente, donde el eje central será la diosa Deméter.
“Toll” es una inmersión en las aguas profundas de la memoria, la naturaleza y lo sagrado. En esta exposición, Nefer Rovira convoca a una diosa ancestral: Deméter, figura central que encarna la fertilidad y la fuerza creativa de la tierra. Su presencia es el corazón latiendo de esta propuesta, un grito silenciado durante siglos que ahora toma forma escultórica para hablarnos de ciclos, ausencias y renacimientos.
En torno a Deméter, se extiende un paisaje simbólico poblado por flores rebeldes, seres que brotan entre grietas y anuncian la persistencia de la vida. Flores que se han convertido en un símbolo recurrente en la obra de Nefer, como metáfora de fragilidad insumisa, belleza herida y resistencia femenina.
Como guardianes de este profundo ecosistema, encontramos los custodios del agua y de la humanidad. Figuras silenciosas que vigilan, que preservan lo esencial y que nos interpelan sobre nuestra relación con el planeta y con nosotros mismos.
Con “Toll”, Nefer Rovira nos invita a mirar hacia adentro, a escuchar los murmullos del agua estancada, a reconocer lo que se conserva en el fondo y que, quizás, todavía podemos salvar.