EXPOSICIÓN EN EL SALÓ DE PEDRA DEL ANTIGUO AYUNTAMIENTO (Carrer Gran, 61)
Esta muestra se hace con motivo de ser Rumanía el país invitado en esta edición de ARGILLÀ ARGENTONA. El principal motivo de haber escogido Rumanía es que es el tercer miembro de la Agrupación Europea de Ciudades de la Cerámica (AEuCC), descontando España, y el único después de Italia y Francia que aún no había sido invitado a nuestra feria. Otro importante razón es que Rumania es para nosotros un país bastante desconocido y aún lo es más su cultura y mucho más su cerámica, lo que queremos paliar en la medida de lo posible con esta exposición.
La cerámica rumana se mueve, como en otros países del Este (como Polonia y Hungría), entre una larga y antigua tradición que ha llegado con fuerza hasta nuestros días y una generación de jóvenes ceramistas que han apostado con fuerza por nuevos lenguajes expresivos y nuevas técnicas.
En el primer bloque encontramos una alfarería de carácter esencialmente funcional y decorativa, producida en municipios de larga tradición alfarera, entre las que destaca Horezu, que vendría a ser como la capital de la cerámica rumana, con un importante número de pequeños talleres en activo y con la feria de referencia del país, llamada Cocosul de Hurez, que se celebra cada año a principios de Junio. Hay que hacer especial mención de su técnica decorativa, declarada por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad en 2012 y que se puede ver en muchas de las piezas de esta muestra y en las paradas de los alfareros invitados a la feria de este año. Se decoran los objetos en tonos oscuros de color marrón, rojo, verde, azul y color marfil, mediante un cuerno de buey vacía y un palo de punta fina, haciendo como unas aguas y formas en zig-zag. El gallo es el motivo decorativo central, específico de la zona, pero también encontramos peces, palomas, uvas, hojas, trigo y elementos geométricos.
En cuanto a la cerámica de creación contemporánea, tenemos pocas referencias, pero en una rápida búsqueda podemos destacar a Arina Ailincăi, Bianca Boeroiu, Cristina Bolborea, Adela Bonati, Vasile Cercel, Gherghina Costea, Georgiana Cozma, Marta Jakobovits, Romana Mateiaş, Aniela Ovadiuc, Monika Pădureţ, Cristina Popescu Russu, Ioana Şetran y Simona Tănăsescu. Todos ellos son jóvenes talentos que están en fase de crecimiento y de desarrollo de un lenguaje propio. Estamos ante un movimiento cerámico que se está acercando a las tendencias creativas internacionales, aunque todavía no ha alcanzado un nivel de excelencia como para figurar entre las mejores producciones, aunque a buen seguro en un futuro no muy lejano oiremos hablar como un importante foco de creación en cerámica contemporánea.
Disfrute de esta muestra de cerámica rumana, especialmente atendiendo a las pocas oportunidades que tenemos de ver obras de este país en Cataluña.
EXPOSICIÓN EN EL SALÓ DE PEDRA DEL ANTIGUO AYUNTAMIENTO (Carrer Gran, 61)
Esta muestra se hace con motivo de ser Rumanía el país invitado en esta edición de ARGILLÀ ARGENTONA. El principal motivo de haber escogido Rumanía es que es el tercer miembro de la Agrupación Europea de Ciudades de la Cerámica (AEuCC), descontando España, y el único después de Italia y Francia que aún no había sido invitado a nuestra feria. Otro importante razón es que Rumania es para nosotros un país bastante desconocido y aún lo es más su cultura y mucho más su cerámica, lo que queremos paliar en la medida de lo posible con esta exposición.
La cerámica rumana se mueve, como en otros países del Este (como Polonia y Hungría), entre una larga y antigua tradición que ha llegado con fuerza hasta nuestros días y una generación de jóvenes ceramistas que han apostado con fuerza por nuevos lenguajes expresivos y nuevas técnicas.
En el primer bloque encontramos una alfarería de carácter esencialmente funcional y decorativa, producida en municipios de larga tradición alfarera, entre las que destaca Horezu, que vendría a ser como la capital de la cerámica rumana, con un importante número de pequeños talleres en activo y con la feria de referencia del país, llamada Cocosul de Hurez, que se celebra cada año a principios de Junio. Hay que hacer especial mención de su técnica decorativa, declarada por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad en 2012 y que se puede ver en muchas de las piezas de esta muestra y en las paradas de los alfareros invitados a la feria de este año. Se decoran los objetos en tonos oscuros de color marrón, rojo, verde, azul y color marfil, mediante un cuerno de buey vacía y un palo de punta fina, haciendo como unas aguas y formas en zig-zag. El gallo es el motivo decorativo central, específico de la zona, pero también encontramos peces, palomas, uvas, hojas, trigo y elementos geométricos.
En cuanto a la cerámica de creación contemporánea, tenemos pocas referencias, pero en una rápida búsqueda podemos destacar a Arina Ailincăi, Bianca Boeroiu, Cristina Bolborea, Adela Bonati, Vasile Cercel, Gherghina Costea, Georgiana Cozma, Marta Jakobovits, Romana Mateiaş, Aniela Ovadiuc, Monika Pădureţ, Cristina Popescu Russu, Ioana Şetran y Simona Tănăsescu. Todos ellos son jóvenes talentos que están en fase de crecimiento y de desarrollo de un lenguaje propio. Estamos ante un movimiento cerámico que se está acercando a las tendencias creativas internacionales, aunque todavía no ha alcanzado un nivel de excelencia como para figurar entre las mejores producciones, aunque a buen seguro en un futuro no muy lejano oiremos hablar como un importante foco de creación en cerámica contemporánea.
Disfrute de esta muestra de cerámica rumana, especialmente atendiendo a las pocas oportunidades que tenemos de ver obras de este país en Cataluña.