Esta singular exposición nos muestra cómo las vasijas de barro para agua siguen unos cánones formales y unos escalados de tamaños que permiten satisfacer un amplio abanico de necesidades que durante siglos han cubierto estos vasos cerámicos. Hacer el seguimiento de estas formas y tamaños es el principal objeto de estudio de Joan Majó en su colección, muy diferente al que acostumbramos a encontrar entre los coleccionistas de barro, en los que el principal valor suele ser reunir objetos del máximo número de centros productores de barro. Joan Majó, por el contrario, nos muestra cómo una misma vasija nos ofrece diferentes variantes formales (como una o dos asas), la forma y la geometría del cuerpo y, sobre todo, el escalado de tamaños. Se trata, pues, de una visión diferente de la cerámica que, seguro, sorprenderá y gustará al público que visite la muestra.
Esta exposición quiere ser, también, un adelanto de lo que será una futura donación al Museu del Càntir de Argentona de la totalidad de la colección de vasijas de agua de Joan Majó, cuando el museo esté en condiciones de recibirla y ponerla a disposición del público. Por el momento, presentamos una muestra muy significativa de las aproximadamente 400 piezas que componen su colección completa. Hay que agradecer a Joan Majó su voluntad de hacer que la colección, que ha hecho cuidadosamente durante tantos años, pase a una institución pública para que todo el mundo la pueda disfrutar.
Esta singular exposición nos muestra cómo las vasijas de barro para agua siguen unos cánones formales y unos escalados de tamaños que permiten satisfacer un amplio abanico de necesidades que durante siglos han cubierto estos vasos cerámicos. Hacer el seguimiento de estas formas y tamaños es el principal objeto de estudio de Joan Majó en su colección, muy diferente al que acostumbramos a encontrar entre los coleccionistas de barro, en los que el principal valor suele ser reunir objetos del máximo número de centros productores de barro. Joan Majó, por el contrario, nos muestra cómo una misma vasija nos ofrece diferentes variantes formales (como una o dos asas), la forma y la geometría del cuerpo y, sobre todo, el escalado de tamaños. Se trata, pues, de una visión diferente de la cerámica que, seguro, sorprenderá y gustará al público que visite la muestra.
Esta exposición quiere ser, también, un adelanto de lo que será una futura donación al Museu del Càntir de Argentona de la totalidad de la colección de vasijas de agua de Joan Majó, cuando el museo esté en condiciones de recibirla y ponerla a disposición del público. Por el momento, presentamos una muestra muy significativa de las aproximadamente 400 piezas que componen su colección completa. Hay que agradecer a Joan Majó su voluntad de hacer que la colección, que ha hecho cuidadosamente durante tantos años, pase a una institución pública para que todo el mundo la pueda disfrutar.